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El Dr. Mercola Entrevista a Devra Davis Sobre los Peligros de los Teléfonos Móviles

  • Penergetic Barcelona
  • 15 mar 2016
  • 4 Min. de lectura

Por el Dr. Mercola

La Dra. Devra Davis es una de las investigadoras más respetadas y acreditadas sobre el tema de los peligros de los teléfonos celulares, entre un gran número de cosas.

La Dra. Davis tiene antecedentes realmente impresionantes, uno de sus logros es desempeñarse como directora fundadora en la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, en el Consejo de Estudios Ambientales y Toxicología, que es el consejo que se encarga de revisar estudios e información sobre cosas como, “¿el humo pasivo es dañino para usted?” o “¿el asbesto en el medio ambiente es malo para usted?”

Imagine su sorpresa cuando comenzó a profundizar sobre el tema en el 2004, cuando la tecnología celular comenzó a despegar, incluso la Dra. Davis asumió que eran seguros:

“Cuando trabajé en la academia, reunimos grupos para evaluar si teníamos o no evidencia suficiente para decir X, Y o Z. Después de haber estado en esa posición en donde convocaría a científicos expertos alrededor del mundo, creí que sabía. Si había algún problema, yo lo sabría. Por lo que pensé que los teléfonos celulares tenían que ser seguros. En aquel tiempo, yo tenia tres celulares.”

La Historia del Tabaco y el Asbesto Fueron las Primeras Pistas

“…el teléfono celular por si mismo siempre ha sido considerado como seguro,” dijo la Dra. Davis. “Yo asumí que era seguro. Y asumí que si había un problema, yo lo sabría, porque después de todo, trabajaba con los mejores científicos del mundo y todos nosotros utilizábamos estos dispositivos. Bien, me sorprendí bastante cuando comencé a investigar más a fondo. Comencé a investigar más a fondo porque entendía la historia del tabaco y el asbesto y había sido parte de esa historia.”

Probablemente usted esté familiarizado con cualquiera de las historias de las que habla la Dra. Davis, sin embargo hay algunas cosas que podrían ser nuevas para usted.

Como lo explicó la Dra. Davis, a menudo se asume que nadie conocía los peligros del tabaco hasta la década de 1950, pero en realidad el primer estudio de caso sobre el tabaco y el cáncer de pulmón fue realizado en Alemania en 1939. En la década de 1939, en Argentina también había un instituto nacional para investigar los peligros del tabaco. Y a pesar de que en 1964 la Dirección General de Salud Pública de los Estados Unidos anunció que el tabaco causa cáncer, esto no fue tomado en cuenta por completo o aceptado hasta décadas más tarde.

El asbesto siguió un patrón similar de engaño, ya que desde el siglo 19 había reportes que detallaban hechos como mujeres que habían muerto por enfermedades pulmonares después de haber trabajado en fábricas en donde se utilizaba asbesto cuando eran jóvenes.

A pesar de esto, el asbesto fue muy utilizado como aislante en los Estados Unidos durante décadas. “Sólo cuando las muertes causadas por el asbesto eran irrefutables e innegables, se presentaron demandas y se tomaron medidas para controlar la situación, señaló la Dra. Davis. Conociendo estas sórdidas historias, la Dra. Davis decidió comenzar a indagar un poco más en sobre si los celulares realmente son seguros. ¿Sabía que, la primera advertencia se publicó en el 2000?

La Primera Advertencia Sobre el Celular fue Publicada en el 2000

Cuando la Dra. Davis comenzó a investigar, descubrió que un hombre llamado William Stewart, que había sido asesor científico en Margaret Thatcher, había emitido una advertencia para el Royal College of Physicians, en donde pedía que los adolescentes no usaran sus teléfonos celulares. Él hizo esto en el año 2000. La Dra. Davis se dio cuenta que si de hecho había algún daño, era imperativo que se tomaran acciones ahora y no décadas más tarde:

“Si esperamos a que haya una prueba del daño- y esa prueba es el cáncer cerebral…Lo que sabemos sobre el cáncer cerebral es: puede tardar 40 años en desarrollarse. Sabemos eso por las bombas que cayeron al final de la Segunda Guerra Mundial- no hubo aumento de cáncer cerebral hasta 40 años después. Y sabemos que hay un aumento de cáncer cerebral causada por la radiación ionizante relacionada con esa bomba.

Si el cáncer cerebral tiene una latencia de 40 años en una población y esperamos evidencia así como lo hicimos con el tabaco y asbesto en cuanto al aumento de cáncer, estaremos en graves problemas.

Más importante aún, tenemos evidencia de que la radiación producida por los teléfonos celulares interfiere con la producción, la calidad y vitalidad del esperma. Sabemos que hay millones- de hecho billones- de personas jóvenes que crecen con el celular en su bolsillo.

La advertencia con letras pequeñas que viene con el teléfono celular dice “manténgase a 2.54 centímetros del abdomen de mujeres embarazadas o adolescentes…Nadie lo lee. El iPhone 4S también tiene una nota de advertencia que dice que no debe ponerse en el bolsillo.1”

La Organización Mundial de Salud Considera la Radiación del Celular y de Otros Dispositivos Inalámbricos Como un Posible Carcinógeno

El año pasado, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), una rama de la Organización Mundial de Salud (OMS), revisó estudios relevantes y declaró que los teléfonos celulares son posibles agentes causantes de cáncer, se encuentran en la misma categoría que los gases producidos por motores de diesel, algunos pesticidas y algunos metales pesados. El panel de expertos dictaminó que existe evidencia de que el uso regular de los teléfonos celulares aumenta el riesgo de dos tipos de tumores- tumores cerebrales (gliomas) y neuromas acústicos.

La Dra. Davis señala que la frase utilizada para describir la radiación como energía de radiofrecuencia de un celular- es engañosa. Los teléfonos celulares no producen energía, señala ella. Emiten radiación a casi la misma frecuencia que los hornos de microondas, aunque la radiación del celular es mucho más débil que la del horno de microondas, la radiación de los teléfonos celulares es pulsada y digital. Su señal errática podría notarse por su impacto biológico.

“De hecho, un teléfono celular tiene dos vías de microondas,” señala la Dra. Davis. “La industria ha luchado exitosamente para utilizar la frase “energía de radiofrecuencia” en lugar de radiación de microondas. Porque saben que energía de radiofrecuencia suena bien. Todos necesitan energía. ¿Qué podría ser mejor que eso?

Pero la energía de radiofrecuencia es un sinónimo de radiación de microondas. Si las personas entendieran que tienen un dispositivo de dos vías de microondas al lado de su cerbero y órganos reproductivos, tal vez pensarían de manera diferente sobre el tema.”


 
 
 

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